agosto 03, 2011

El Sueño del Esquimal #328, jueves 4 de agosto



Para esta reunión esquimal además de los pedacitos de luz nieve que revisaremos en formato álbum, contaremos con la presencia en la estación del músico porteño Mosé Noé, mostrándonos su último trabajo "Melodía EP", hablando de música y vivencia rockera, imperdible sintonizar.








Existen cierto tipo de uniones, cierto tipo de colaboraciones que uno nunca podría esperar que llegasen a ocurrir, y en el caso que eso llegase a pasar, tampoco podría prever un resultado óptimo. En el caso de esta colaboración, lo primero era algo difícil de predecir unos cuantos años atrás, esto pues ambos se encontraban un tanto separados estilística y geográficamente. De lo segundo había, sin embargo, confianza que de esto saldría algo más o menos interesante, mirando los expedientes de cada uno, pero nunca de la manera en que ha sucedido, y en que se han sucedido los discos. “En cualquier género de música o en el arte tal vez, hay algunos buenos. Probablemente la primera vez que escuché la música de Carsten, yo no estaba muy familiarizado con esta área de la música, pero inmediatamente me di cuenta de que era bueno”, Ryuichi sobre Carsten. “Desde cuando empezamos con la primera canción de ‘Vrioon’, esta combinación era totalmente inusual –los instrumentos acústicos y esta manera muy extrema de tratar con el minimalismo, las frecuencias de onda sinusoidal y los impulsos muy cortos de sonido–. Esto era inusual, pero era un reto”, Carsten sobre el dúo inesperado. En efecto, Sakamoto siempre ha jugado en la experimentación y en la música de vanguardia, pero su ámbito de acción era un tanto diferente al de Nicolai, un artista del sonido que trata la música como ciencia. El resultado de sumar el uno al otro nos da una electrónica acústica, el piano del japonés intervenido por el alemán, una combinación que ha dado como fruto cinco piezas de arte mayor: “Vrioon” (raster-noton, 2002), “Insen” (raster-noton, 2005) y su versión live, “Insen Live” (raster-noton, 2006), “Revep” (raster-noton, 2006), y “utp_” (raster-noton, 2008).

“Summvs” es el último de la lista, y su título es la mezcla de dos palabras en latín, ‘summa’ (totalidad) y ‘versus’ (hacia), “actuando como una metáfora para el trabajo orientado hacia un todo colaborativo”, una suma en dirección hacia paisajes acústicos teñidos de pureza sintética, un espacio para surcar partituras de silicio. Este disco trae de regreso a la pareja luego de “utp_”, cuando se vieron acompañados por el Ensemble Modern. “Ambos anhelábamos el momento en que todo fuera más sencillo de nuevo”. “Intenamos retornar esta colaboración hacia solo nosotros dos, tal vez porque ‘utp_’ nos impactó mucho”. Y como respuesta a ello, una vuelta a los orígenes, Ryuichi al piano, Carsten en la manipulación, y nadie más en la habitación. Sakamoto dibuja delicadas líneas en las cuerdas, y Nicolai interviene cuando hay que hacerlo, una formula tan sencilla a la vista como efectiva, que no efectista. El trayecto romántico futurista se inicia con “Micrón I”, la primera de tres piezas que utiliza grabaciones de uno de los 15 pianos metamorfoseados para cada intervalo de tono, desde tonos enteros hasta dieciseisavo de tono, diseñados por el mexicano Julián Carrillo Trujillo, un fascinante instrumento que explora casi todas las posibilidades tonales, incluso aquellas escondidas, allí donde se encuentran la mayoría de las de este disco. “Reverso” introduce olas de dub frío; “Halo” explora las texturas por sobre las melodías; “Pioneer IOO” y “Naono” es en donde volvemos a recordar porque sus obras están un peldaño por arriba del resto de la electrónica moderna; “Ionoscan”, una oportunidad más para oír el lirismo impresionista de Sakamoto. Finalmente quedan dos tracks, que son una sola, su particular apropiación de “By This River”, una pieza inmarchitable del “Befote And After Science” (Polydor, 1977) de Brian Eno compuesta al alemán por el inglés, Moebius y Rodelius. No cualquiera puede acercarse a ella sin evitar caer en el sacrilegio, pero nada más lejos de lo que ocurre acá: las reminiscencias del original, esas notas inconfundibles permanecen, pero poco a poco, sutilmente comienza una transformación silenciosa entre los glitches y la intervienen, deconstruyen, y hacen suya. Esto es el mejor ejemplo de lo que debe ser un cover. Para el track final se reservan la misma y única canción, en su versión ‘Phantom’, que aún va un paso más allá en la labor de desfiguración subliminal, más extensa en su duración, aún más prolongada en los tiempos muertos, lenta, agónica y sublime, llegando a tocar la gloria, o algo parecido a ella.

La nueva entrega de la dupla estrella de raster-noton nos los devuelve a la simpleza de lo mínimo, a la búsqueda de la emoción en aquellos gestos pequeños, los más mínimos, y enfrenta una vez más, en la misma vereda, a Sakamoto y su piano rico en melodías infinitas y Nicolai y el laptop rico en detalles inesperados. Nadie podía prever tal unión, una década en el tiempo atrás, cuando en un viaje a la isla asiática el almán conoció al japonés, pero lo imprevisto sucedió, y recemos porque siga pasando. “Summvs” rompe el silencio de la manera más tenue posible, y en esa tarea encuentran y moldean la belleza.

Hawái.













MATER SUSPIRIA VISION
Inverted Triangle I
phantasma disques/clan destine, 2011

Siguiendo la estela cáustica de un trabajo infatigable que lleva a este dúo alemán enigmático (Cosmotropia de Xam y Aura) de personalidades mutantes, colectivas, colaborativas (entre otras Mushy) y policreativas del que alguna vez os introdujimos palabras en torno a un movimiento, pero también destacando esa versatilidad no sólo estéticamente concebida en lo musical, sino en la hibridación audiovisual, tenemos desde finales de la primavera pasada su primer elepé “oficial” en formato cassette para Living Tapes. "Crack Witch", recientemente reeditado en vinilo (en varias versiones y ya agotado) vino a suponer la confirmación de su acertado "Second Coming" en cedé-erre para Disaro (que reeditaría como CDX ampliando el número de pistas, después) que simultanearon con una infinidad de trabajos que desde la expectación melómana virtual se filtraban diariamente conformando nuevos álbumes (como ANNODAMONNA_The Witch Album o Like A Witch) que serían seguidos de innumerables en cedé-erres autoeditados como "Seduction of the Armageddon Witches", el doble cedé-erre "House of the Witches", cuando no cajas compilatorias (todos ellos limitados) como "Vogue Witches". Por no hablar, pero destacándolo a la postre, de la prolífica producción de VHS y DVD’s donde compilaban esos infectos productos audiovisuales (a día de hoy hasta ONTV#4) que recuperaban la estética giallo, el surrealismo de serie b más trash o el amor devoto por Jodorowsky, Argento, Lynch, Polselli, Jess Franco, Kenneth Anger o Jean Rollin. El 7”, "Exorcism of the Hippies", para el sello del agitador neoyorquino de cierto esoterismo oculto, Todd Brooks, y su Pendu Sound Recordings (no perderse el nuevo trabajo de Chelsea Wolfe, entre otras grandes joyas de su catálogo creciente) y una serie de trabajos inéditos para Beko-DSL en sus compilaciones en formato BOX o innumerables mixtapes y "Zombie Rave Mixes" glorificaban la extensiva y expansiva producción de Mater Suspiria Vision y un posicionamiento claro como una de las bandas más interesantes (por su sonido, su trabajo interdisciplinar que pasa de la música, al vídeo o al collage y la reencarnación de distintos proyectos) que nos ha dado 2010. Así hasta que, debido al número de practicantes que rezamos crédulos este nuevo culto de drones ásperos y saturados, trance deconstructivo, samples lamentados en italiano, inglés, alemán y latín, delays machacantes de una nueva banda sonora en una perversión sónica del XXI, deciden crear su propio sello discográfico. De inicial nombramiento como CDX (Cosmotropia de Xam) pasó a llamarse Phantasma Disques y es aquí donde, además de co-editarlo con el fantástico sello inglés Clan Destine, presentan ahora este Inverted Triangle I (en varias ediciones, incluyendo una especial con collages auténticos y firmada por los artistas, todas agotadas) como una de sus ya más de 10 referencias (entre otras una recopilación de artistas de estos velados y misteriosos lares sobre el eje temático de Twin Peaks). Y mientras esperamos el nuevo vídeo de Diego Barrera (ya realidad, por fin) y ese nuevo 7" para Mishka se invertía el triángulo. Fiat volúntas sua. Sicut in coelo in terra sicut inferno et indúcas tentationem malum.

La imaginería esotérica y ocultista, la brujería, el exorcismo, lo masónico y lo pagano, lo diabólico y el autorreferencial witch house nos llevan claramente en tonos electromagnéticos a encontrarnos no sólo con una cubierta que no hace sino arreglo y justicia (lírica corrugada) a todo un corpus conceptual y estético en el que, también con el título, designan esta clarividencia jeroglífica y fantasmal. El drone sostenido se pervierte de palabras siseantes y risas jactantes y macabras antes de que los golpes de ritmo orden jingles sincopados que se acumulan en deceleraciones y aceleraciones y extenuaciones sintetizadas en "Das Haus Der Hexe" (la casa de la bruja), vuelven a resurgir entre otros drones manipulados y versos que repiten witch house. El gemido espectral y la psicodelia de pesadilla se hace presente en la rugosidad aguda de "Ghost House of Eugenia", de chasquidos y susurros psicotónicos, psicolépticos y psicofónicos tan adictivos como lo es el pensamiento recurrente y rumiado para el obsesivo. Casi como en el comienzo de Profondo rosso, de Dario Argento, llantos y voces de niños que corean una canción infantil ante la resonancia de las glorias repicantes de las campanas que anuncian su muerte, entramos en los "Labyrinths of Venice". Consensium. Consensium. Justo antes de dejarnos acribillar por los efectos electrónicos primigenios que borbotean en un crisol hondo y posindustrial en el largísimo epílogo "Die Hexe" (la bruja), que conjura nuevamente un hechizo de embriaguez sedativa y una suerte de ensayo sobre el género y su reiterada preponderancia y abogacía fatal por servir de manifiesto triangular, revelador y aristado. In nomine Mater Suspiria Vision. Amén.

por David Cano
desde Notodo.com














Sanso-Xtro es Melissa Sanso Agate de Adelaida, Australia, una baterista que hace una especie de folk-folk-alienígena-sintetizado con sintetizadores, guitarras y varios otros fragmentos y piezas. Esto no lo digo yo. Es la descripción que aparece en el sitio web de esta artista que con este disco viene a interrumpir un silencio largo, de casi seis años ya. En 2005, “Sentimentalist” quedo un tanto aislado, a pesar que no paso desapercibido, dentro del resto del catálogo de Type y sus obras más profundas –aunque ese mismo año compartía estantes con Midaircondo–. “Sentimentalist” era un disco juguetón, donde se mezclaban una variada colección de sonidos que se cruzaban y a veces se topaban, y en otras ocasiones chocaban, como si fuera una colaboración imposible entre Radian y Giuseppe Ielasi, amparado por Ghost Box. Nuevas direcciones para el pop aún sin catalogar, un muestrario de canciones breves con ruidos haciendo ejercicios en el patio trasero.

Ya pasado más de un lustro, y ahora, a través de Digitalis, Mellisa y sus sonidos-actores regresan para entregar otras nueve piezas de un mejor acabado. El tiempo le ha sentado bien, y ese arsenal de ritmos con que suele armar canciones disparan en un dirección más fija, buscando una nueva forma (otra más) para el pop de raíz experimental. Eso, aunque la manzana, como saben, no cae lejos del árbol. “Fountain Fountain”, la que abre el LP, hace de inmediato recordar a múm, aquellos de principios de siglo y a la vez despojados de su cacharrería electrónica. Un cadencia de tono infantil y, por vez primera, la voz de Melissa, evaporada recitando “Fountain fountain/ Fountain fountain/ Joyous mountain”, acariciando el oído. Apenas termina ese balsámico comienzo, el tono se repite y las reminiscencias a los islandeses quedan en el mismo lugar, solo que en vez de laptop tenemos teclados de juguete y cajas musicales que construyen ritmos de ensueño para que suenen más que en un reproductor en una consola de video: “The Origin Of The Birds” se llama videojuego que todos debieran oír. El lado más folk también tiene cabida, aunque sea de una manera un tanto rara: “Wood Owl Wings A Rush, Rush”, “Light Come, Light Go, Ghost”, sobre todo por el uso de la guitarra, aborda temas campestres, recubierto por otras capas de teclados cósmicos. Sin embargo, el modo en que toca las cuerdas hacen pensar más en las improvisaciones del fallecido Derek Bailey. Hay espacio para una suerte de folklore alemán (“Exit: Joyous Mountain”), melodías para tetris (“Golden Hour”) y en especial para “Hello Night Crow” la canción que mejor muestra como ha pasado de los bosquejos a una canción que puede en encajar en el universo de Tara Burke (o en el catalogo de la misma Digitalis) como ser el mejor regreso, aún por llegar, de ciertas hermanas perdidas, sin tanto revuelo y mas etéreo (“You wouldn’t recognize that its not there anymore”).

“Fountain Fountain Joyous Mountain”. Como si de una oración se tratase, un rezo a la naturaleza sagrada. “¡Alegre montaña!”. Sintetizadores añejos, delays, loops, acordeones, acústicas, glockenspiel, kalimba, melódica, y percusiones santas invocando al dios de la canción quebradiza, en el nombre de la experimentación y del pop.

Hawái.














Cuando Dayve Hawk sacó a la luz "Seek Magic" era una verdadera bocanada de aire fresco. Un concreto ejemplo de aquella ola de música electrónica que se dió en el 2009, en donde parecía ser prerrequisito tener en el curriculum las palabras "glo-fi" o "chillwave".
Sin embargo no fue el primer signo de vida que Memory Tapes nos ofreció. Antes de ello, trabajó en un par de Ep´s y varios demos; todos tenían características diferentes, con sonidos únicos de cada uno. La especialidad de Hawk es implementar un encanto especial en cada disco y convertirlos en piezas irrepetibles.

Cada una de esas piezas, no obstante, comparten una característica especial que se llama melancolía. "Player Piano" no es la excepción y bajo su piel trae consigo una cantidad de nostalgia que basta con escuchar un verso de alguna estrofa para que haga notar su prescencia. Existe gente heartless a la que también le gusta divertirse.
Bajo esos estándares, no sorprende que este trabajo suene nuevo en comparación a ensayos anteriores de Hawk. La imagen que teníamos de él tras una laptop se disipa cuando aquí nos muestra una gran cantidad de instrumentos más allá de simples loops de computadora; da la impresión de que se trata de toda una agrupación lidereada por un Hawk con sed de desahogo y hambre de movimiento.

Como lo hiciera en su momento Thao Nguyen con el tagline "sad people dance too" en el genial "Know Better, Learn Faster" (kill rock stars, 2009), Memory Tapes da cátedra de la bipolaridad que se produce cuando el ser humano es melancólico por naturaleza. Mientras "Wait in the Dark" suena alegre y positiva, su alma recita "You said we can´t go on like this anymore", y va añadiendo versos que emanan del corazón de un amante solitario. "Everybody´s crying but you´re coming and go" dice Hawk en "Today is Our Life" justo antes de que un sorpresivo solo de guitarra aparezca y desconcierte a todo mundo. El resto del disco transcurre de la misma manera y deja a su paso pistas de alto calibre como la linda "Offers" o la inocentente "Worries".

Las virtudes del disco se construyen de las mismas paradojas con las que se pone a jugar. El estar triste y solitario no significa estar tirado y estático; pero tampoco no siempre el estar revoloteando quiere decir sentirse del todo vivo. Esa es la balanza de los sentimientos del ser humano y por supuesto, un mensaje totalmente consolador.

por Joan
desde Tacondeoro













RINGO DEATHSTARR
Colour Trip

club AC30/sonic unyon, 2011

Para quienes extrañan como yo los discos llenos de pop y ruido de los primeros The Jesus and Mary Chain, llegan los nuevos chicos de la cuadra noise-pop y se llaman Ringo Deathstarr, banda surgida hace unos 4 años que tras la edición de algunos singles, acaba de presentar su primer disco “Colour Trip” un disco definitivamente más ‘ringo’ que ‘death’ según palabras de sus integrantes. La banda, a quienes algunos medios le han colgado la etiqueta de “sucesores” de My Bloody Valentine, también nos recuerda un poco a los The Cure de “The Head on the Door” y no, no son ingleses, de hecho son texanos, pero es evidente que han asimilado bien las influencias de sus héroes de la adolescencia y del shoegaze. Ringo Deathstarr son Elliot Frazier (guitarra y voz), Alex Gehring (bajo y voz), Renan Mcfarland (guitarra) y Daniel Coborn (batería), subiendo la escarpada montaña del shoegazing 90s' y con actitud suicida, valen.

desde
Noiselab.











Escucha 'El Sueño del Esquimal', mañana jueves 4 de agosto por Radio Placeres 87.7 fm, desde las 21:00 hrs. para Valparaíso y la Quinta Región, más allá de ese perímetro conectar desde acá.











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